Corazones rotos.

martes, 2 de diciembre de 2014

Una más, diferente y la misma a la vez.


Nunca he sabido dejar de echarte de menos. Muchas veces tengo envidia de todas esas niñas que veo por la calle cogidas de la mano de su abuelo. Me recuerdan un poco a mi. Ni siquiera sé porqué, porque apenas recuerdo caminar a tu lado. Recuerdo menos cosas de las que he olvidado, y pagaría millones por revivirlo todo de nuevo. ¿Por qué nadie me diría que me esforzara en recodar cada detalle? ¿ Por qué nadie me advirtió de esto?. Cosas de críos, supongo.


Han pasado muchos años desde que te fuiste. Tantos que tu voz ha desaparecido en mi memoria y los recuerdos ya no son más que simples ecos del pasado. He estado más tiempo sin ti que contigo. Ójala estuvieras ahora por aquí, para ver como ha cambiado todo. Para poner un poco de orden en esta familia que perdió un poco el rumbo cuando te fuiste y para poder contarte todo lo que me ha pasado en estos años de ausencia. Todavía recuerdo cómo se sorprendían algunos cuando no podía parar de llorarte años después. Nadie sabía todo lo que te quería, pero tú sí. Tú siempre sabías todo. Igual que ahora. Porque sé que sabes y conoces esta historia que me persigue desde hace año y medio y que tanto tiene que ver contigo. Siempre me pregunto qué dirías si pudieras verlo. Ojalá puedas. ¿Lo ves, verdad?. Sí, lo ves, y estás sonriendo a más no poder. Estás luciendo esa sonrisa que tanto me cuesta recordar. 

Me gusta pensar que estás en cualquier lugar y que desde allí me vigilas y me proteges como hacias cuando estabas por aquí. Supongo que cuando estás desesperada te agarras a cualquier idea, aunque parezca estúpida. Te debo mucho, y todavía tenemos una cita pendiente. Sé que no pude despedirme de ti, pero tú sí lo hiciste de mi, aunque me llegara con retraso. Siempre te acordabas de mí ¿eh?. Quién iba a decir que ahora iba a ser yo la que siempre te llevara conmigo. Ojalá topaco, ojalá estuvieras aquí. Para comprarme una piscina, o ese caballo que tuvo que esperar. Ojalá estuvieras aquí, solo para poder abrazarte, o llevarte a pescar.
Si supieras que cada muerte que veo me recuerda un poco a ti...


Volveremos a vernos.

Te echo de menos.


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