Corazones rotos.

miércoles, 1 de febrero de 2012


Aún recuerdo las risas, las miradas que no se atreven a ir a más. Los silencios nerviosos que delatan un principio, las palabras que se pierden entre besos, los besos que hacen perder conciencias, y también consciencias. Aprendí a leer en tus ojos, aunque a veces cambiasen de color sin avisar. Creo que nunca fui capaz de decidir cómo me gustaban más, o tal vez sí. Hice nuestra la frase "ardía como el Windsor", y también decidí que era sencillo lograr una combustión sin necesidad de nada más que nosotros. Aprendí a brindar como si fuéramos burbujas de champagne francés. A perderme por una espalda a media luz. A despertar sin espacio, pero entre besos. Y sí, lo sé. Aunque no lo puedas decir... me quieres, a veces.

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