Volar.
Nunca supe cómo hacerlo. Por suerte, conozco a alguien capaz de presentarme sus
alas. Con un pequeño empujoncito consigue que respiren con normalidad. Alguien
que forma parte de la melodía que recorre la acción de mi descrita locura.Por cada uno de los precipicios en los que estuvimos a punto de levitar.
¡Chss!, ¿volar?..., eso es sin alas.
ResponderEliminarEl burlador de Las Cocuizas.