¿Qué hice para que te fijases en mi? y tú ¿Te
pusiste a hacer el tonto para llamar mi atención? Si es así enhorabuena. El
tonto a cautivado a esta tonta. Sé que sería mas fácil si te diera una lista
con las cosas que me gustan y las que no, lo que me da miedo, y lo que admiro,
pero no, dejaré que lo descubras tú, al fin y al cabo las primeras citas son
como entrevistas de trabajo pero con cócteles incluidos. No soy de regalos,
pero no sabes la alegría que me daría si tuvieras mil detalles de papel. Sin
prisas, mentiras ni errores. Paciencia necesitarás un poco. De la confianza me
encargaré yo, pero no me mientas tú porque entonces no sabré ni quién eres.
Necesitaré de vez en cuando esos paseos por la playa en invierno, si es en el
atardecer mejor. No quiero calor de invernadero. Si hay que llorar a la cara
que sea de verdad y no de ese hipo barato que se aprende en el cine. Cuando
lleguemos a la parte de los besos te diré que esa es mi parte preferida, pero
no abusemos de ellos porque me conozco y sé que terminaría extrañándolos cada
vez que no te tengo cerca. De los abrazos encárgate tú, siempre he sido un poco
patosa y siempre me hago un lío con los brazos. Espero que compartamos el mismo
perfume; eso significará que cuando estemos juntos, tú acabarás oliendo a mí y
yo a ti. Ningún olor me sería tan agradable como el tuyo recién salido de la
ducha, esa mezcla entre el olor de tu pelo recién lavado y el perfume con el
que me obsesionaré, ese que hará que cada vez que lo huela me recuerde a ti.
Siempre estaré ahí para atraparte, siempre.
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