
Cuando hablo, muchas veces tengo la impresión de decir lo que no pienso. Cuando pienso, la impresión es que nunca llegaré a tener nada claro. Cuando cojo un papel, también pienso, pero mi mente está menos pendiente de muchas cosas y observa con mayor atención ese blanco que me observa, como pidiendo dejar de ser vacío.
No pienso en la sinceridad, aunque a veces me pregunto por ella. ¿Dónde habita? Supongo que en los corazones. Imaginar el corazón creo que es un largo camino, mejor dejar el tema.
Un largo camino, y que lo digas...
ResponderEliminarMe gusta el texto :)